Fábrica Bellavista Oveja Tomé es una empresa textil chilena situada en el sector de Bellavista de la ciudad y comuna de Tomé, Región del Biobío, Chile. Llegó a ser una de las principales industrias textiles de Latinoamérica.
Creada en 1865 por el empresario Guillermo Délano Ferguson, la Fábrica de Paños de Bellavista trabajó en el desarrollo del rubro textil de la zona, confeccionando paños finos y de uso común.
En 1879 la empresa es adquirida por el alemán Augusto Kaiser, que luego formaría la Sociedad Iriarte, Kaiser y Bozzo para administrar la fábrica. Durante la Guerra del Pacífico tuvo un rol importante, ya que fue la encargada de confeccionar los tejidos para los uniformes utilizados por las tropas chilenas en el conflicto. En 1895, la Fábrica pasó a manos de Carlos Fazzini. Luego de varios dueños, es adquirida por Federico Wolf en 1904, hasta llegar a manos de Carlos Werner. Con él, la empresa se modernizó adquiriendo nuevas maquinarias y ampliando las dependencias de la fábrica. Bajo su administración se construyeron una iglesia, un mercado, una escuela, un gimnasio y casas para los trabajadores de la empresa.
A partir de los años ’50 del siglo XX, la industria textil en Chile, en su conjunto, comienza a decaer. La incapacidad de exportar, en razón de los bajos niveles de productividad y la poca innovación, se suma a la saturación del mercado nacional, que crece muy lentamente. El carácter monopólico de las industrias, que explicaba en parte su bajo rendimiento, justificaba, según las políticas del gobierno de Salvador Allende, la necesidad de expropiarlas. Y así ocurrió con Bellavista el 2 de diciembre de 1970 y en marzo del año siguiente con la FIAP.
Después de septiembre de 1973, la fábrica fue intervenida y, junto con esto, se comenzó a desmantelar la estructura de protección a las empresas mediante altos aranceles y subsidios, buscando una mayor apertura económica y un mercado más competitivo. Esa política, por desgracia, no produjo beneficios para las comunidades que se habían construido a la sombra benefactora de las grandes fábricas.
En 1982, la fábrica Sociedad Nacional de Paños Oveja Tomé, afectada por la fuerte recesión económica de los años ’80, se fusionó con Paños de Bellavista, surgiendo así la empresa Bellavista Oveja Tomé. La fábrica continuó funcionando hasta que en noviembre de 2007 presenta la solicitud de quiebra. Tras varias vicisitudes, en 2008 cierra sus puertas. Luego de varios remates que no tuvieron postores, en junio de 2010 el empresario Juan Carlos Sabat adquirió la fábrica, iniciándose asá un nuevo ciclo de desarrollo. Actualmente se encuentra prácticamente paralizada.
En 2017, las edificaciones de la Fábrica fueron declaradas Monumento Nacional. Ángel Cabeza, vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales y director de la Dibam en la época, sostuvo: “Es uno de los máximos exponentes de la arquitectura industrial de nuestro país, configurándose como una ciudadela funcional, con edificios asociados a la producción lo que define un importante valor de conjunto; construido además, con las tecnologías y orientaciones urbanas y arquitectónicas de comienzos del siglo XX”.
Un trozo de esta historia aún puede ser revivida. En febrero del año 2018, el Archivo Histórico de Concepción recibió una importante donación de Reinaldo Gallardo, tomecino, quien de forma desinteresada decide compartir y donar parte de su colección relativa a la fábrica, así como facilitar las revistas Conito para digitalizar, donar prensa y un conjunto significativo de documentos que pertenecieron a la Fábrica Bellavista Oveja Tomé, los cuales han sido digitalizados, descritos y puestos a disposición de los usuarios.
Denominado como Fondo Fábrica Bellavista Oveja Tomé, está constituido por 214 documentos de manuscritos e impresos de carácter histórico regional, los que comprenden los años 1832 a 1984.
El Fondo está conformado en su mayoría por escrituras notariales de compraventa de propiedades aledañas y de la propia Fábrica, que se inician con la adquisición de terrenos para la construcción de molinos de harina en la zona, previo al rubro textil.
El acervo documental se debe entender como una preocupación en un periodo específico, por recopilar todos los archivos legales para la conformación de lo que es la actual Fábrica Bellavista Oveja Tomé y la creación del barrio de Bellavista. Se presume que fue durante la administración de Carlos Werner donde se recopilaron y conservaron las escrituras de compraventa de las propiedades y de los créditos que fueron necesarios para el desarrollo de la fábrica.
El ordenamiento de los archivos se ha realizado conforme a un criterio cronológico, según el cual los documentos están separados, respetando el orden sugerida por el donante. Para llevar a cabo las búsquedas, es posible descargar el catálogo PDF que se obtiene en forma directa desde la sección del Fondo y revisar los documentos en el mismo Portal Web donde se hallan digitalizados y disponibles para ser descargados íntegramente y libre de cargos.
El catálogo está dividido en dos áreas de descripción, a nivel de Fondo y nivel de Unidad Documental Compuesta y Unidad Simple, siguiendo las indicaciones de la Norma Internacional General de Descripción Archivística, ISAD-G.