Mario Arriagada Mora (Antofagasta, 1921 - 1949) Primer piloto de guerra del Bío-Bío

El Teniente Mario Arriagada Mora fue el primer piloto de guerra de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), en la Región del Biobío. Aunque nace en Antofagasta en 1921, su interés por la aviación se desarrollaría en Concepción. Lamentablemente fallece el 19 de abril en 1949, cumpliendo voluntariamente su misión de auxiliar a una persona herida.

    Pasado el auge comercial a principios de siglo XX en el norte del país, sus padres Domingo Arriagada Valenzuela e Isabel Mora Dodds deciden trasladarse para vivir definitivamente en Concepción. Es en esta ciudad que el joven Mario comienza a demostrar a temprana edad un espíritu aventurero y audaz, según recuerda su hermano René Arriagada Mora.

    Sus estudios, los realizó en el Liceo de Hombres (ahora Liceo Enrique Molina) manifestando en esos años su interés de ingresar a las filas de la FACH y convertirse en Piloto de Guerra. Para ello, en 1939 realiza el servicio militar y posteriormente ingresa a la FACH, comenzando como alférez y terminando con el grado de Teniente. Obtiene título de Piloto de Guerra en 1943.

    De acuerdo a René Arriagada Mora, a su hermano «le gustaba mucho volar, siempre se ofrecía voluntario, era una característica de él». Estuvo destinado en Base Aérea de El Bosque, Quintero y Punta Arenas. Fue instructor de varias generaciones de pilotos en los albores de la aviación chilena. Muy bien conceptuado, se desempeñó en sus últimos años como ayudante del Comando en Jefe.

    Piloteaba diversos aviones de la época destacando Vultee BT-13, Douglas A-24 B, Fairchild PT-19 y variantes, Junkers, Arado, Focke Wulf y finalmente los Norh American Texan-6, partida de instrucción norteamericana llegados a Chile primer semestre de 1941. Muy sociable y extrovertido, acostumbraba lanzar regalos y el Diario desde su avión cuando sobrevolaba el Fundo de la familia, llamado «El Arrayán».

    Sin embargo, aún faltaba una última misión que determinaría la vida del Teniente Arriagada. Poco antes del mediodía, martes 19 de abril de 1949, la Dirección General de Carabineros solicitó la cooperación de la FACH para transportar por aire desde Osorno al Teniente de Carabineros, Norberto Núñez Guajardo, de la dotación de Puerto Octay, quien a consecuencia de un auto-disparo de escopeta se habría destruido la mano izquierda. Desde la institución, el Teniente Arriagada se presentó voluntariamente para trasladar al hombre herido en su North American 205 de la dotación del Grupo de Bombarderos.

    El viaje de ida se realizó sin novedad en Maquehua (Temuco). La intención era volver al día siguiente, pero dado la gravedad del oficial de carabineros, decide regresar inmediatamente a la Base Aérea El Bosque (Santiago), a pesar de las adversas condiciones climáticas. Despega a las 17:47 hrs. de regreso a la capital pasando sobre Loncoche a las 18:30 hrs. Desde ese fatídico momento se mantuvo en comunicación con la Base de Maquehua, transmitiendo sucesivos mensajes acerca de su posición. A las 19:55 hrs. anuncia su paso por sobre las nubes que oscurecían a Chillán. Más tarde dejaría de dar su posición de vuelo (coordenadas), limitándose a tomar contacto con las diversas estaciones de radio de la FACH.

    Los escuetos radios que los archivos del Comando de la FACH resumen sobre el fin del N.A. 205, su piloto y el pasajero, informaron que en Chillán y Maquehua captaron: «en vista de que vuelo solo con la reserva de bencina voy a saltar en el paracaídas» (21:50 hrs.). Diez minutos más tarde, repitió el anuncio y posteriormente con voz, aunque serena revelaba el peligro: «En algunos momentos más me lanzaré en paracaídas junto con mi pasajero». Un minuto más tarde repitió la misma frase agregando: «Si mis cálculos están bien, vuelo en los alrededores de Santiago. Vuelo con rumbo al Este para saltar».

    A las 22:15 hrs. se oyó la última frase entendible: «Agotada la bencina voy a saltar del avión». A las 22:30 hrs. la Base Aérea El Bosque pierde todo rastro de Mario Arriagada Mora y de Norberto Núñez Guajardo, transformándose en un misterio nacional su desaparición. Se presume que el avión cayó cerca de Rancagua hacia el lado de la cordillera, esto según las horas de vuelo y su provisión de combustible.

    En las primeras horas de la madrugada del 20 de abril de 1949, distintas instituciones como FACH, Carabineros, Fuerzas Armadas y Marina activaron la búsqueda entre Loncoche y Rancagua. Lamentablemente, la exploración no se pudo realizar el día 19 de abril pasadas las 23:00 hrs., ya que se produjo un movimiento telúrico en Angol conocido como «El terremoto de Angol», alteró las comunicaciones de radio telegráficas. Paralelamente la FACH puso a disposición patrullas especiales y sus pilotos más avezados para la búsqueda siguiendo la misma ruta trazada, con especial énfasis en área cordillerana, mas no fue encontrado el avión ni sus ocupantes.

    Su hermano René, emprendió búsqueda en sector cordillerano de Rengo, arriesgando incluso su vida, ya que se extravió por algunos días. Sin embargo, todos los esfuerzos fueron en vano, aquel noble acto de servicio al prójimo lo transformaron en mártir de la FACH con el dolor para su familia y los «Caballeros del Aire».

    René Arriagada Mora, quien frisa los 92 años, lo recuerda así: «Fue un hombre muy formal y muy responsable que supo cumplir con serenidad hasta el final sus obligaciones».

    El carácter de este hecho, poco conocido y por ser un hijo del Biobío merece todo acto de homenaje por su valentía a casi 70 años de su fatídica desaparición.


FUENTES CONSULTADAS

– «El NA 202 buscó avión perdido en esta zona: Hermano de la víctima viajó a la capital». Crónica, 25 de abril de 1949.
– «En alrededores de Santiago habría caído el N. A. N° 205». Crónica, 20 de abril de 1949.
– «En Tirúa vieron el avión perdido». Crónica, 22 de abril de 1949.
– «Le amputaron los dedos de mano derecha». Crónica, 19 de abril de 1949.
– «Restos que se presume sean del N. A. 205 se encontraron en Cautín». Crónica, 23 de junio de 1949.
– «Terminó búsqueda intensa del North American N° 205». Crónica, 28 de abril de 1949.
– Salvador Soto. «El N. A. 205 no contesta». Crónica, 25 de abril de 1949.
– «Anoche se perdió avión la ‘Fach’ que volaba entre Osorno y Santiago». El Diario Austral, 20 de abril de 1949, pp. 1
– «Avión misterioso voló sobre Ñipas» Crónica, 26 de abril de 1949.
– «El drama entre las nubes de Chile». Revista Vea, 27 de abril de 1949.

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