Los habitantes de la antigua provincia de Concepción participaron en la Guerra del Pacífico en los contingentes militares y apoyando con recursos necesarios para el conflicto. La movilización en las provincias se realizó primero en una lógica nacional, solicitando contingentes a las localidades que se refundían en unidades de línea. No obstante, esto no agradó a la opinión en las provincias, por lo que se decretó un bando que estimuló la creación de cuerpos cívicos con una lógica regional, llevando el nombre de las localidades en las cuales se formaban. Estas contribuyeron a reforzar al Ejército de Chile, que no contaba con plazas suficientes para el desarrollo de la Guerra.
El conflicto tuvo como contexto el auge de la explotación salitrera en Tarapacá y Atacama y los acuerdos limítrofes entre Chile y Bolivia. Pese a los intentos diplomáticos por evitar un hecho de armas, Bolivia le declaró la guerra a Chile en marzo de 1879, arrastrando a Perú, debido a un tratado de asistencia recíproca firmado en 1873.
La unidad que representó la movilización de carácter regional en la provincia de Concepción fue el Batallón Cívico Movilizado Concepción, el cual se formó en esta ciudad, comenzando con 128 hombres en enero de 1880, hasta llegar a 781 hombres en septiembre de 1883. La mayoría ingresó de forma voluntaria, utilizando el sistema de enganche. En total pasaron 1.404 personas por sus filas. Esta unidad estuvo dirigida por el coronel José Seguel durante la Campaña de Lima y luego por el teniente coronel Herminio González, quien estuvo al mando durante la Campaña de la Sierra. El Batallón «Concepción» intervino en los combates y batallas de Chorrillos, Miraflores, San Pablo y Huamachuco. En esta última batalla del 10 de julio de 1883, el Batallón «Concepción» destacó al participar en los ataques decisivos a las fuerzas de Andrés Avelino Cáceres, que derrotaron al ejército de resistencia peruana, objetivo final de la campaña.
Luego del gran licenciamiento posterior a la firma del Tratado de Ancón en 1884, las unidades retornaron al sur, agrupándose en la Sociedad de Veteranos del ’79 en Concepción, para buscar el bienestar económico y moral de sus socios en la postguerra. Esta entidad tuvo su sede en el Parque Ecuador en el actual sector de La Cascada, de ahí que la calle que circunvala el parque se llama «Veteranos del ’79». En 1912, inauguraron su propio mausoleo en el Cementerio General de Concepción, el cual recibió a veteranos de distintas unidades fallecidos en la zona.