Diario El Sur
de Concepción
Por MCS (Equipo del Archivo Histórico de Concepción)
Periodismo es aquella modalidad de la comunicación de masas, que tiene como fin específico la difusión de hechos documentables y la propuesta de comentarios limpiamente objetivos, es decir opiniones de acontecimientos socialmente relevantes, con una clara impresión de veracidad, equilibrio y de razonamiento que cubra las necesidades informativas de la audiencia. Un periódico moderno no es solo fuente de noticias, es también una herramienta para la crítica pública. Es la manifestación principal de la libertad de expresión del pensamiento, inherente a todo ser humano.
La ciudad de Concepción, antes del diario en estudio, tuvo periódicos como el fundacional “El Faro del Bio bío” (octubre 1833- febrero 1835); “el Telégrafo” (1842-1843); “El Hambriento” (1844-1845); “La Patria” (1845- 1846), ”El Relámpago” (1846); “El Penquisto”, “El Clarín del Sur” y “La Libertad” (entre 1845- 1846); “El Correo del Sur” (1849- 1865); “El Amigo del Pueblo” (1858- 1859); “La Tarántula” (1862- 1871); “La Revista del Sur” (1871- 1887); “El Meteoro” (1866); y “La Libertad Católica” (1871- 1892).
El diario “El Sur” surge como un diario político, órgano del Partido Radical como lo enunciaba en el logotipo de su primera página, fundado el 15 de noviembre de 1882. Después del diario “El Mercurio de Valparaíso” (creado en 1827) y “la Discusión” de Chillán (creado en 1870) es el tercer diario más antiguo de Chile, que actualmente se edita. “Fue engendrado para convertirse en el vigilante permanente de los destinos de la región, protegiendo principios elementales como la libertad, el respeto, la democracia y la tolerancia, base de la sociedad” (Mauricio Rivas Alvear, director del diario desde el año 2011 al 2015).
Nace en una ciudad con ansias de progresar y desarrollarse, tras los quebrantos de la “guerra a muerte”, del terremoto de 1835 llamado “La Ruina”, las guerras civiles de 1851 y 1859 y los efectos de la Guerra del Pacífico. La inspiración se debe a don Juan Castellón Larenas, quién propició una erogación partidista para reunir el capital necesario. Participaron en ello, personajes de la época como Carlos Castellón Larenas, Víctor Lamas Miranda, Agustín Vargas Novoa, Gregorio Burgos Figueroa, Beltrán Mathieu Andrews, Luis Urrutia Rozas, Rafael de la Sotta Benavente, Lisandro Martínez Rioseco, Rafael de la Maza, entre otros. Vocero del Partido Radical durante 22 años, fue un diario político anticlerical, pero no anti religioso, caracterizado por ser un matutino al mismo tiempo, comercial, literario y de oposición. Sus grandes campañas fueron la separación Iglesia- Estado, la reforma constitucional, la libertad individual y la enseñanza primaria laica, gratuita y obligatoria.
“El Sur” denunció y criticó desde sus editoriales, al gobierno de Balmaceda. El compromiso político del diario, la crítica visceral a Balmaceda y los llamados al levantamiento por la dictadura establecida, llevaron a las autoridades a ordenar el desmantelamiento de su imprenta, el retiro de sus tipos- matrices para la composición de sus páginas y a clausurar su publicación entre enero y agosto de 1891. Superado el conflicto, se hace cargo de la administración en arriendo la firma Plate y Tornero, pretendiendo darle un giro netamente comercial. Posteriormente, ante el retiro de la sociedad de Tornero, se incorpora Andrés Lamas Benavente, gran benefactor económico del diario. Al preferir el socio Plate atender sus negocios en Valparaíso, Lamas Benavente se convirtió en el único dueño, al adquirir las porciones de los socios Juan Castellón y demás. Desde 1896 hasta 1901 asume como administrador y director periodístico Cesáreo Erazo, quién tuvo que enfrentar uno de los episodios más dramáticos en su historia, el incendio del 18 de septiembre de 1899, que devastó imprenta, bodegas, oficinas y talleres en la actual calle Castellón N° 560 (antigua calle Galvarino). Hasta lograr volver al formato original (20 octubre de 1899), el diario se editó en una sola hoja, permitiendo la continuidad en otra imprenta (Imprentas El Águila y Penquista).
Don Andrés Lamas Benavente con salud disminuida decide traspasar con fecha 27 de marzo de 1901, todos sus derechos a su hermano Aurelio Lamas Benavente. Al suceder aquello se transforma en un diario independiente, asumiendo como director Julio Parada Benavente, como gerente financiero Agustín Castellón Plaza de los Reyes y Enrique Sanhueza Sanders, administrador del diario. Tras sucesivos cambios en los integrantes del Consejo del diario, en 1934 este consejo estaba integrado por Aurelio Lamas Benavente, Jorge Maira Castellón, Víctor Lamas Ibieta, Roberto Paul de Viale- Rigo y Anfión Varela. Esta conformación se mantiene hasta 1943, cuando la empresa se convierte en Sociedad Anónima. Durante la dirección de Julio Parada Benavente se emprendió una fuerte campaña de apoyo en pro de la creación de la Universidad de Concepción y de su Hospital Clínico.
Entre 1919 hasta 1921 su director fue Juan Bautista Fuenzalida, siendo reemplazado por Luis Silva Fuentes en 1921, quién sirvió el cargo hasta 1943. En ese año, Aurelio Lamas traspasó la propiedad del diario a su familia, constituyéndose una empresa periodística, figura legal que se mantuvo hasta la última adquisición del medio informativo. Asume como su primer presidente Jorge Maira Castellón, y su gerencia Anfión Varela Moure.
En 1945 la dirección del diario la asume Armando Lazcano Herrera (Premio Nacional de Periodismo mención Crónica en 1958) y la administración Ernesto Escobar Zamora. En 1949, pese a la escasez Pos guerra y fuertes gravámenes de impuestos y leyes sociales, se edita un nuevo diario de circulación vespertina llamado “Crónica”.
Durante la dirección de Armando Lazcano, ingresaron al plantel periodístico las primeras mujeres, la primera fue Elsa Lazcano Solá, uniéndose posteriormente Paulina Sanhueza, Lucía Moreno, Ester Salgado, Paulina Herrera del Río, Adela Godoy Rocca y Josefina Garbarino, las 2 últimas fueron las primeras profesionales universitarias que tuvo el diario.
Reemplazó en la dirección del diario en 1959 al Sr. Lazcano, acogido a jubilación, Emilio Filippi Muratto (Premio Nacional de Periodismo mención Redacción en 1972), hasta ese momento director de Crónica. Ese mismo año el jefe de Fotografía Hernán Bernales Hinojosa, obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Mención Fotografía.
Bajo la dirección de Filippi, el diario asumió una férrea defensa de la ciudad y zona por el excesivo centralismo de la política imperante desde hace décadas, que dejaba a la ciudad sin recursos y medios para el desarrollo. Esto se evidenció con fuerza tras el terremoto del 21 de mayo de 1960, agudizándose la queja regionalista y alcanzando niveles de crítica muy altos. Por el esfuerzo desplegado por el diario en mantener la continuidad informativa en esos aciagos días, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) entregó a El Sur, el premio Sip- Mergethaler en octubre de 1962.
Entre el año 1965 y hasta 1977 el cargo de director fue ejercido por Iván Cienfuegos. Durante este período, febrero de 1967, al cumplir 85 años de existencia, recibió nueva distinción de parte de la American Newspaper Publishers Association (ANPA), “por servicios distinguidos prestados en su país y a sus ciudadanos por período prolongado”. Era el primer premio otorgado a un diario de América Latina, recibido en el Waldorf Astoria Hotel de Nueva York el 26 de abril de 1967.
En este período trabajaron para el rotativo: Hugo Pérez López, Luis Aguilera, Robespierre Valenzuela, Josefina Garbarino, Miguel Granadinos, Francisco Curilem, Andrés Vidal, Ernesto Lavanchy, Silvio Arriagada, Alfonso Fuentes, María Teresa Piña y Pedro Poblete. En redacción y suplementos se encontraban Hernán Muñoz, Hernán Alvez, Cristián Zegers, Pedro Azócar, Adela Godoy Rocca, Carlos Godoy Rocca, Manuel San Martín, Silvia Machiavello, Carlos Alarcón, Luis Aravena, Alfredo pacheco Barrera y Víctor Solar Manzano.
El día 16 de octubre de 1972, las instalaciones fueron ocupadas ilegalmente, con el objetivo de traspasar definitivamente la propiedad del periódico a los trabajadores. El diario estuvo casi un mes sin salir a circulación. Autorizado por el Frente Unitario de Trabajadores salió nuevamente a las calles el 22 de noviembre de 1972. Fueron días difíciles para la empresa por las presiones del gobierno de la Unidad popular.
En 1974 fallece su presidente Jorge Maira Castellón, sucediéndole Aurelio Lamas Ibieta, que estuvo al frente de la empresa desde 1945, falleciendo este último en enero de 1976. Como nuevo gerente asumió Rafael Maira Lamas. A ellos le correspondió emprender los planes modernizadores de la empresa, viajando a EE.UU, para conocer las nuevas tecnologías y máquinas disponibles para el desarrollo de un diario moderno.
En 1977, Hernán Alvez Catalán asume la dirección del diario. En 1980 se incorporó como subdirector Alfredo Pacheco barrera (Premio Nacional de Periodismo mención Redacción 1960), escribiendo columnas de opinión bajo el seudónimo de Quintín Quintas.
En 1982 el diario cumple 100 años, donde se aprovechó para realizar actividades y celebraciones que reforzaran y promocionaran la presencia del matutino como impulsor de las actividades artísticas, culturales, deportivas que atrajeran la atención de los vecinos, con un marcado espíritu regionalista. Su director Hernán Alvez escribió “el diario promueve el desarrollo de la Región del Bío bío con la cual se identifica y lucha por el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes”. Correos de Chile adhiriendo a esta celebración emitió en noviembre de 1982 un sello postal.
En marzo de 1990 se produjo un cambio en la propiedad accionaria de la empresa, quedando en manos de la familia Maira Lamas y Paul Lamas. A fines del mismo año, asume como director ejecutivo Ricardo Hepp Kuschel, y como subgerente general Ricardo Brain Trucco. Al fallecer su presidente en 1997 Jorge Maira lamas, asume en su reemplazo el abogado Gabriel Ríoseco Enríquez.
Uno de los últimos hitos en la trayectoria del diario es la venta del “El Sur” a la Sociedad La Araucanía, subsidiaria de El Mercurio, pasando a formar parte de la cadena de Diarios Regionales de esta empresa. En este período, se creó el diario “Crónica Chillán”, la Radio Digital y la Radio Positiva, además de cambiar el nombre del diario “Crónica a la “Estrella de Concepción.
Bibliografía: El Sur, 130 años de historia, por Cristián Medina Valverde.
Ediciones Universidad San Sebastián, noviembre 2012.
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